Primeras veces: mercadillo artesanal en Madrid
El pasado 1 y 2 de febrero participamos en nuestro primer mercadillo artesanal con babbia. Desde la preparación de las semanas previas hasta la recogida del stand al final del día, cada momento nos dejó algo valioso y sobre todo, mucho aprendizaje. A continuación, compartimos contigo lo que supuso este momento para nuestra pequeña marca.
La preparación: más que piezas, una historia que contar
Organizarse para un market es casi un arte en sí mismo. No es solo llevar piezas bonitas, sino pensar en cómo colocarlas para que reflejen la estética y valores de la marca.
¿Cómo queremos que la gente perciba a babbia?
¿Cómo hacer que nuestro stand refleje la esencia de la marca?
Desde diseñar la presentación de las piezas hasta calcular cuántas llevar de cada una, cada decisión tenía un impacto en la carga de trabajo de las semanas anteriores (para reponer stock), así como en la inversión en elementos que incorporar a nuestro pequeño rincón dentro del market.
¿Cómo lo hicimos?
Esta vez, apostamos por llevar un enfoque minimalista, donde las piezas tuvieran un fondo claro sobre el que destacar, incorporando elementos de concreto para organizar el espacio, además de incluir fotografías de nuestras modelos favoritas llevando nuestras joyas. También preparé un pequeño espacio para unos marcapáginas que diseñamos en exclusiva para el market, para que las personas que vinieran, se llevaran un recuerdo que asociar a sus momentos de desconexión.
El día del market: adrenalina y encuentros
El día empezó temprano, con la emoción y los nervios de un día de Reyes. Montar el stand es uno de nuestros momentos favoritos porque, aunque ya lo teníamos visualizado, verlo cobrar vida en el espacio lleva consigo la satisfacción del trabajo terminado y listo para ese momento.
Lo más bonito del market fue, sin duda, conocer en persona a tantas personas que se acercaron a babbia. Desde amigos y familiares que ya conocían la marca, hasta quienes la descubrieron por primera vez, cada conversación nos llenó el corazón de gratitud y agradecimiento hacia todos los que hacéis posible que esto siga adelante. Hubo preguntas sobre el proceso, sobre los nombres de las piezas (ya sabes que todas tienen su propia historia) y hasta ideas geniales sobre cómo seguir creciendo con nuestra marca.
También aprendimos cuáles son los productos que más llaman la atención, y como siempre, en ocasiones nuestras quinielas de cuál va a ser el producto más vendido, a veces nos dejan sorpresas. En concreto, en este market el producto que más vendimos fue el Collar Liivia, en todos sus colores.
Reflexiones post-market: lo que nos llevamos
Después de un market, es necesario hacer un balance: qué funcionó bien, qué hacer diferente la próxima vez y qué impresiones me llevo de la experiencia. Esta vez, me quedo con el compañerismo entre artesanos, la generosidad con la que estuvimos allí, y con el cariño de los que se acercaron a saludarnos.
Si algo hemos aprendido con babbia es que estos eventos no son solo para vender, sino para conectar. Con cada persona que se lleva una pieza, también se lleva un pedacito de la historia que hay detrás. Y para nosotros, eso es lo más valioso.
Gracias a quienes pasaron por el stand, a quienes apoyan babbia desde cualquier parte y a quienes hacen posible que siga creciendo. ¡Nos vemos en el próximo market!