Piezas con amor (propio)

El amor que nos rodea y el amor que nos debemos

Febrero es el mes en el que parece que el amor está por todas partes. Vemos corazones en los escaparates, publicidad aclamando un amor romántico y verdadero, y una invitación constante a celebrar el amor en pareja. Pero, ¿qué pasa con el amor más importante de todos? El amor propio.

Amarnos a nosotras mismas es el punto de partida de todo lo demás. Es elegir, cada día, cosas que nos hagan sentir bien, que nos representen y nos recuerden lo valiosas que somos. Y en la búsqueda de un anclaje para mí, encontré la cerámica.

La cerámica como símbolo de amor

Trabajar con cerámica es un acto de paciencia y dedicación. Cada pieza pasa por varias etapas antes de convertirse en algo único: desde el modelado hasta el horneado, con tiempos de espera entre cada paso. Es un proceso que exige respeto, mimo y aceptación de las imperfecciones y de los tiempos que marca el propio material. Ese respeto, esa admiración y esos tiempos reflejan la mirada que debemos seguir a la hora de pensar en nuestra propia vida: somos y merecemos nuestro tiempo, nuestra propia aceptación y el abrazo de nuestras imperfecciones.

Al igual que cada persona, cada pieza de babbia es diferente. Y es en el honrar esa diferencia donde reside el verdadero amor.

Los objetos como elementos de autocuidado

El simbolismo del que cargamos a las cosas pueden tener un efecto muy potente en nuestro bienestar. Un cuenco bonito para tu desayuno puede hacer que empieces el día con una sensación de calma. Unas joyas especiales pueden recordarte que mereces cuidar de ti misma.

Recuerda que…

Cuando elegimos piezas que nos inspiran, que han sido creadas con intención y cariño, estamos tomando una decisión consciente: rodearnos de belleza, autenticidad y significado.

Ritualizar el amor propio con la cerámica

Los cambios grandes requieren pequeños gestos que podemos incorporar en nuestro día a día como recuerdo de todo aquello que apreciamos de nosotras mismas:

  • Tu momento de calma, utilizando una taza de cerámica especial para tomarte un té o café sin prisas, disfrutando de ese momento solo para ti.

  • Una cajita para tus tesoros donde guardar con cariño tus piezas favoritas, como símbolo de que lo que amas merece un espacio propio.

  • Joyas con intención, llevando una pieza de cerámica como un recordatorio de tu autenticidad y belleza, como una forma de expresar quién eres. Algo tan sutil como los pendientes Ameelia, con su forma de corazón, puede ser ese anclaje a lo que realmente importa: el amor que empieza en y para ti.

Celebra el amor propio cada día

El amor propio no es solo una fecha en el calendario, es un compromiso diario contigo misma. Es elegir lo que te hace sentir bien, rodearte de cosas que te inspiren y darte el espacio que mereces.

En babbia, cada pieza está hecha con esa intención: recordarte que eres única, valiosa y digna de todo el amor del mundo, empezando por el tuyo propio.

Anterior
Anterior

Primeras veces: mercadillo artesanal en Madrid

Siguiente
Siguiente

¿Cómo puedo hacer un pedido personalizado?